Si eres mamá y es la primera vez que tu chiquito va a la escuela, seguramente estás preocupada por que quieres que le vaya bien, sientes que estará desprotegido y estás triste porque se alejarán por primera vez en la vida.
El primer día de clases es un cambio para los dos, pero como mami, lo que siempre debes recordar es que, si tú estás bien, tu chiquito o chiquita lo estará. Recuerda que los humanos por naturaleza replicamos el estado de ánimo que prevalece en nuestro alrededor, porque somos seres empáticos, así que si estás llorando y angustiada, ¿cómo crees que estará tu bebé?
Si son muy abrumadores tus sentimientos y tienes culpa, una sensación de pérdida, desplazamiento, dudas o miedos, trata de platicarlo con tu esposo, cualquier miembro de tu familia o escríbelo en un papel, esto te liberará un poco.
Ahora sí mamá, ya estás lista y es momento de preparar a tu bebé para que el cambio sea lo menos brusco posible.
Es ideal que vayas avisándole a tu hijo con algún tiempo que está próximo a ir a la escuela y que va a conocer amiguitos y aprender mucho. Platiquen sobre lo que hará ahí, quienes estarán y por qué es importante que asista. Así el cambio no le llegará de sorpresa y evitarás que piense que lo abandonas.
Puedes pasar la escuela y quedarse viendo un ratito la fachada mientras tienen la plática que te sugerimos. Pueden ir al colegio a conocer a la maestra cuando lo inscribas, visitar el área de juegos y los salones.
Demuestra confianza en lo que estás haciendo; si prolongas la despedida, lo que transmites a tu hijo es que dudas en que estará bien y tienes tanto miedo como él o ella. Solamente dile que regresarás al final de las clases, que se divierta y ponga atención, dale un beso, un abrazo y retírate sin llorar.
Uno de los grandes miedos de un niño es ser abandonado, de ahí la importancia de que entienda que vas a regresar a recogerlo. Por nada del mundo olvides decirle que en unas horas estarás esperándolo en la puerta.
Ser el último que recogen en la escuela es horrible. Mamá por favor, sé puntual a la hora de la salida, cumple tu promesa y espéralo afuera cuando salga. En etapas preescolares debemos evitar el sentimiento de abandono en nuestros hijos.
Si no crees que tu hijo podrá con el trauma de alejarse de ti, entonces intentar dejarlo de forma gradual. Tal vez el primer día lo dejes una hora; el segundo día, dos horas; el tercer día, tres horas y así paulatinamente hasta que se quede el día completo.
Ya que salió de su primer día de clases pregúntale qué hizo, quién estaba ahí, cuáles juguetes le gustaron más y sobre todo cómo se sintió. Reconoce que fue una situación nueva pero que lo hizo de la mejor manera. Presume a su papá o a su abuela lo bien que lo hizo para que lo feliciten y lo abracen mucho.
Mamá, papá, sabemos que el primer día de clases es tan difícil para ellos como para ustedes, por eso deben elegir un colegio con un entorno amoroso que le ayude a madurar en sus primeros pasos como personita. Elegir el mejor kínder para sus hijos es un paso fundamental para que el primer día sea maravilloso.
En Kidú estamos emocionados por recibirlos y compartir momentos de felicidad y amor mientras tus hijitos crecen y aprenden. Estamos siempre al tanto de ellos y tenemos programas de preceptoría donde a lo largo del año tenemos reuniones con tu familia para darle seguimiento al progreso del pequeño. En nuestro kínder nunca estarán solos.
